¿Y SI FUERA AL REVÉS?
Un día, abro mi aplicación de Instagram, y ahí estoy: esa foto que me tomó mi hijo -y ni me di cuenta- de cuando pasaba por un muy mal momento que me hubiera gustado mantener en privado.
No tengo el control de lo que se ve en la imagen o lo que describe el texto que la acompaña.
No tengo el control de quien puede ver el contenido, el alcance que este pueda tener y el uso que se le dé.
No tengo el control de cómo repercutirá en mi vida (familiar, laboral, social, etc.). Se esfuma la sensación de seguridad y confianza.
Lo mismo les pasa a nuestros hijos cuando compartimos momentos íntimos de su vida (aunque sea para fines, a simple vista, benévolos).
El sharenting es la práctica a través de la cual, los adultos responsables del cuidado de menores, publican datos personales, vídeos, fotografías o audios de estos en las redes sociales, por lo general, sin su consentimiento.
*Los menores de edad, no cuentan con la capacidad madurativa necesaria para poder decidir sobre la difusión de determinados aspectos de su vida privada.
Añadir comentario
Comentarios